miércoles, 28 de septiembre de 2011

De carencias y sobre carentes.

Siempre es bueno antes de leer un texto escuchar una buena música. Aquí te dejo el Requiem de nuestro querido Mozart.



_____________________________________________________


Carente de carecía me ando entre pasos con tenaz amargura, me inscribo entre las danzas de colores y me duermo reposado de ilusiones. Es así y será así cuando todo es lo que es verdad, somos entre todos un mundo personificado, latente de oportunidad y de agonía. Espacio de eterna multitud de perfecta perfección que atraviesa los horizontes ignorantes del hombre, espacio de felicidades interesantes que sonríen entre carcajadas con llantos de lágrimas. Lo incoherente se torna corriente y lo absurdo es lo único que sabemos ya. Ignorancias eternas entre un mundo humano, que trasciende todo conocimiento para sentirme vivo. Hasta el más genio fue estúpido una vez y el más tonto ingenió la mejor de las armas.

Eterno resplandor de almas vibratorias, que al escuchar música se entretejen pero al escuchar ruido se corrompen. Tengamos piedad de nosotros mismos, porque nos miramos al espejo solo para no ser vistos. Es simple lo que se quiere y es tenue lo que se tiene. La paciencia se posee porque la virtud así lo manda, pero la verdad se suelta porque la vida así lo pide. Nos movemos hoy, no por sonidos de tambores, sino por códigos vueltos música que nos hace reunir las sintéticas cosas del mundo en el que vivimos. Toda arte es significado de algo y la significación del de hoy es un atrás con el propio hombre. Nos deshumanizamos tremendamente sin necesidad de pedirlo, somos esclavos pues de lo que simple hemos vivido. El futuro de nuestros ancestros solo ha servido para corrompernos, sabiendo que sus deseos fueron solo buenos. Tenemos en nuestras espaldas la carga de la lujuria y amamos ahora solo por tener las ganas. Si analizas la eterna tempestad del mundo, te das cuenta que el problema es familiar. Se ha perdido la esperanza de unión y ahora todos quieren privatizar. Estamos separando en vez de unir y estamos haciendo paredes en nuestro porvenir.

Pero ahora lo que importa es lo que el otro piensa, no con palabras sino con letras no impresas. Nos preocupamos más del otro y no sabemos que por teclear dañamos lo propio. Ya veré en unos años a todos pidiendo una respuesta a sus problemas de dedos. Tanto escribir palabras sin ortografía ha deformado la esencia de la palabra misma. Ya nadie habla español, creen que es absurdo, y se ufanan de escribir en otro idioma sin conocer el suyo. Pero ya no vale la lluvia de ideas, porque no entenderás si no escribo groserías. Ya todo hoy es grosero, desde el baile hasta el amor, nadie cree en los versos y se ocultan en lo bajo. Creen que el menosprecio al otro es la moda y bailan entre todos con deseos ajenos. Ya el bello sexo ha perdido su gusto, el que es capaz de acostarse con otro sin sentir nada tiene que tener algo malo en sí. El mecanismo virtual del bajón humano se clasifica, en tener que rozarse en el baile para conocerse. Ya hemos perdido el amor y sin él ¿qué hay opuesto al odio? Ya hemos perdido lo que se opone a nuestro propio fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario